Moore-Gutiérrez (proyección invertida)
Cartoncillo sobre vidrio
2012

Instalada dentro de la exposición Inmobiliaria, Fresno 301, Preparatoria Popular Mártires de Tlatelolco, Ciudad de México





Moore-Gutiérrez es una instalación que parte de los versos iniciales de dos canciones, que son:


En mi vida yo nunca he sido feliz, las estrellas me iluminan al revés
Alfredo Gutiérrez, Diario de un borracho, 1997

Perfect lights are backwards, refracted cries
Thurston Moore, Circulation, 2011


De estas dos letras, de tiempos y estilos totalmente distintos (y de las que desde hace tiempo he planeado distintas versiones), lo que llamó mi atención es cómo retratan de manera casi escultórica una luz o proyección invertida como causa o mecanismo de algo negativo, erróneo o explícitamente malo. No me interesa la proyección como acto lumínico: me interesa lo que no se proyecta, aquello que debe obstruir para que otra cosa sea proyectada, una contención que es recordatorio de los límites humanos: no puedes pensar en proyectar sin pensar en sombras. Esta idea de remanente o hueco para dar forma a una proyección puede funcionar como un modelo de construcción. Así, una proyección invertida podría ser una donde a lo que se da forma viene de cómo completamos mentalmente lo que no está, en un sistema en el que algo funciona de manera deliberadamente errónea.









La versión que propongo para la Preparatoria Popular Fresno es simplemente colocar estos dos textos sobre una ventana o ventanal de la Prepa, uno en cada lado, con letras de cartoncillo de colores, dejando incluso ver los pedazos de cinta adhesiva por ambos lados. Decidí trabajar sobre una ventana por dos razones: primero, porque al insertarse en una arquitectura oficial ya no se trata de un vidrio, sino un elemento institucional, y sus dos lados se vuelven dos vistas, aparecen dos versiones de un hecho: la oficial y la individual. Estas dos vistas del muro transparente, percibirlo desde un lado al tiempo que puede verse una versión inversa del otro, me parece, representa una crítica a la arquitectura como organizadora de espacios sociales. En segundo, dar una presencia física-escultórica al muro al colocar textos en sus dos caras, activarlo.








Me llama mucho la atención que la Prepa Fresno, de tan mal prestigio y sin contar su enorme deterioro, se origine como un espacio de rechazados. Es un escenario irremediablemente triste que por muy optimista que sea su visión educativa y humana, ha tenido que convivir con el fracaso desde siempre. Decidí usar letras de cartoncillo por su referente escolar: este tipo de letreros son usados en periódicos murales y sobre las ventanas de los salones para celebrar efemérides. Quiero escribir estas letras entre sublimes y pesimistas bajo esta estructura originalmente festiva como una manera de ridiculizar a la institución escolar, con sus ideas de éxito y futuro insertadas en la psique de sus alumnos. Por mucho que la institución escolar sea forjadora de progreso y esperanzas de bienestar, también es para muchos un doloroso escenario de fracasos en varios terrenos (escolar, humano, amoroso, y también extensión del fracaso familiar o económico del hogar). Colocar estos mensajes veladamente pesimistas en un espacio oficial, utilizando sus propias formas y estéticas aparentemente inocentes para celebrar el fracaso por debajo de la mesa, me parece una manera de crear grietas en el bloque rígido que supone la escuela. Por otro laso, música y fracaso son dos elementos que se encuentran juntos de manera muy frecuente en un estudiante de preparatoria.

(Texto de propuesta para la exposición Inmobiliaria, Fresno 301, Octubre 2012)